Lo normal es que pensemos que la piel es una fina capa pero realmente a lo que le llamamos piel es lo que se conoce como epidermis debido a que la piel está constituida por 3 capas estas son la hipodermis (la capa más profunda de piel), la dermis (capa central) y la epidermis (la capa exterior), cada capa tiene su función específica y juntas varían el grosor de la piel entre 0.5 milímetros y 4 milímetros.
Características de la epidermis

La epidermis varia su grosor entre 1mm y 1.5 mm, esta a su vez está compuesta por 4 o 5 capas, a todas se les llama capas de epidermis la capa más externa se le llama capa cornea, seguida por la capa translucida, posteriormente la capa granular, sigue la capa espinosa y lamas interna es la capa basal.

La epidermis carece de riego sanguíneo, es decir los vasos sanguíneos no llegan hasta ella por este motivo cuando nos hacemos un rasguño superficial a pesar de que se puede ver el corte sobre la piel no sangramos, pero se nutre por difusión de nutrientes que provienen de la dermis.

El color de la piel está en la epidermis y este se debe a un pigmento llamado melanina, las pieles más obscuras tienen un pigmento de melanina mayor, este pigmento ayuda a proteger de los rayos UV provenientes del sol, por este motivo las pieles obscuras son más resistentes al sol y existe un menor riesgo de desarrollar cáncer de piel, mientras que las pieles más blancas son más propensas a sufrir quemaduras por el sol.

La capa más externa de la epidermis está formada por células muertas llamadas queratinocitos y la capa más interna está formada por células vivas.

Funciones de la epidermis

Las funciones de la epidermis suelen estar más relacionadas a las funciones de la piel en general pero puede destacarse entre estas funciones las siguientes.

Protege al cuerpo de varias formas, el grupo de queratinocitos hace que la piel sea impermeable a la entrada de microorganismos, por este motivo si una persona sufre quemaduras graves aumenta mucho las posibilidades de que muera por la infección de bacterias.

La melanina como mencionamos anteriormente protege de los efectos nocivos de los rayos ultravioleta.

Al ser semipermeable permite la expulsión de agua y minerales en lo que se conoce como la transpiración, cuyo objetivo es disminuir la temperatura corporal de la zona que transpira.